El Despertar

Jenny.O
7 min readJul 14, 2021
  • Dicen que todo despertar espiritual, viene cargado de muertes.

Cuando educamos a un niño, tenemos claro que la mejor forma de aprendizaje es explorar, con sus correspondientes consecuencias. Si te quemas con el fuego, sabes que eso te hace daño, si no miras por donde vas, puedes caerte. Sin embargo, cuando nos ocurren “desgracias” en la vida, cuando se nos presenta una situación difícil, maldecimos, lloramos, y caemos automáticamente en el rol de víctima incomprendida.

Cuando estás acostumbrado a que la vida te vaya poniendo obstáculos de manera dosificada y adquieres un nivel de superación medio, crees que puedes con todo. Y así era yo.

https://evolucionconsciente.org/cuando-despertar-espiritualmente-cuesta-amigos/

Siempre he sido una mujer valiente y positiva, y me consideraba resolutiva y resiliente, porque siempre buscaba la forma de superar mis dificultades, incluso sin perder mi sonrisa. Por ello me embarqué sin pensarlo en la aventura de dejar mi vida e irme a vivir a otro país para poder estar con la persona a la que quería. Pensaba que, cualquier cosa que pudiera ocurrirme, no sería suficiente para hacerme perder mi esencia y mi sonrisa. Y menos ahora… ESTABA ENAMORADA! y mi optimismo y poder se habían multiplicado por dos junto a la persona a la que quería. Pero tu plan, no es el plan que la vida, el universo, Dios o como quieras llamarlo, tiene para ti.

Bienvenidos al aprendizaje de vida a nivel AVANZADO.

https://www.alamy.es/hombre-de-negocios-en-traje-girando-la-vida-quest-con-obstaculos-auto-superar-escalando-la-montana-con-altibajos-para-el-logro-de-los-objetivos-dificil-camino-para-finalizar-image219834264.html

Al mudarme a otro país, obviamente me encontré con las dificultades que todo inmigrante se encuentra; nuevo idioma, nueva cultura, nuevas costumbres, prejuicios, racismo, dejar de lado todo lo que has estudiado para adaptarte a lo que puedas obtener, personas que te subestiman, jefes que se aprovechan de tu necesidad de trabajar, aceptar que no cumplan con tus derechos laborales, etc.

Siempre he sido una mujer independiente, y por eso tragué con todo lo que me viniese por mi orgullo de no ser una mantenida. Tenía claro que podía llegar a conseguir todo lo que me propusiese, sobre todo teniendo una razón tan grande como la que tenía, construir una vida con la persona a la que quería, y eso me daba fuerzas. Sin embargo, eso fue precisamente lo que me destrozó.

Automáticamente, y sin darme cuenta, mi dosis única de felicidad era mi pareja. A mi alrededor solo tenía un trabajo que odiaba, ninguna promesa de futuro garantizada, amigos que se convierten en vampíros energéticos… Y esto comienza a aislarme. Empiezo a olvidar quien era, qué me gustaba hacer, qué me hacía sentir viva, y me situo en modo “supervivencia”.

https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/abci-dependencia-emocional-202003241711_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

Cuando conviertes a tu pareja en tu fuente de felicidad primaria, conviertes el amor en dependencia. Esa mujer independiente y fuerte, creó un apego emocional, una necesidad de obtener algo positivo por lo que seguir adelante. Ninguna relación que se construya desde la dependencia emocional, puede funcionar.

Era consciente de que algo en mí no estaba bien, porque no podía reconocerme en fotos o en videos de tiempos pasados, y sabía que esa ansiedad que me causaba ciertas faltas de atención por parte de mi pareja, no me ocurrirían en el pasado.

Cuando comienzas en una relación, hay algo que se llama “responsabilidad afectiva”. En este caso, a esta responbilidad afectiva se le añade la dificultad que tiene el hecho de emigrar, todo lo anteriormente mencionado. Esto, mal gestionado, puede generar una carga que se llevará encima durante toda la relación. Si la persona por la que dejas tu vida no se encuentra en ese punto, no esta preparado/a para aceptar esta responsabilidad, llegará un momento en que ese peso haga que alguno de los dos caiga.

En mi caso, todo se unió. Me ahogué en una depresión. La vida me dijo; “ahora sí, te toca nadar sin flotador”. La pérdida de mi abuelo, la ausencia de mi pareja del país por 3 meses, justo en ese momento, para realizar su sueño de recorrer Latioamérica en bici, el peso de ese trabajo que me hacía infeliz, la soledad y la traición de mi mejor amiga y mayor apoyo en el país, hicieron que terminara por perderme a mí misma.

Mi relación llegó a su fin. Sentía que ya no tenía fuerzas para seguir remando y le dejé ir. Me rendí. Le dejé queriéndole muchísimo, pero sabía que no nos estábamos queriendo bien. Una parte de mí me decía que él ya no estaba enamorado, pero lo peor de todo es que yo misma entendía que no lo estuviera, porque me sentía culpable por estar tan hundida.

Así, llegué al punto de devaloración personal, con mi autoestima por el suelo. Mi razón para continuar “sobreviviendo” desapareció, y fue donde comenzó el proceso de despertar.

Cambié mis hábitos alimenticios, comencé a hacer deporte, me dediqué tiempo para mí, comencé a estudiar lo que me hacía feliz, me empapé de videos, libros, continué mi terapia, me tomé mi tiempo para meditar y cambiar mi perspectiva de vida y salí de mi zona de comfort. Poco después me despidieron de ese trabajo que odiaba y me hacía infeliz debido al covid, y me di cuenta de que yo ya no era la misma. No me tomé este acontecimiento como algo negativo, sino todo lo contrario, algo que la vida me había regalado, ya que yo no me atrevía a arrancar esa mala hierba de mi vida y ese fue el cambio final que necesitaba para darme cuenta de que ya no afrontaba la vida desde un rol de víctima, sino de aceptación y crecimiento.

https://unycos.com/blog/crecimiento-personal-4-razones-buscarlo/

Perdí seres queridos, amigos, pareja y un trabajo estable. Presencié la soledad en primera fila, pero lo único que siento a día de hoy es agradecimiento y orgullo de mí misma.

Tiempo después, y tras este cambio interno, volví a contactar con mi ex. Tras una conversación intensa sobre lo que habíamos vivido y los cambios que ambos decíamos haber experimentado, me decidí a llamarle para charlar con él y saber en qué punto estábamos, ya que ambos nos queríamos al terminar la relación, y si era cierto lo que había sentido en esa última conversación hacía un mes, esa conexión que sentí en las miradas, quizás no solo yo seguía sintiendo algo dentro, sino que él también. Le llamé con la intención de que, si estaba en lo cierto, pudiéramos retomar contacto de forma relajada, ir quedando poco a poco, retomando la diversión y ver qué pasaba. Sin embargo, me encontré con una reacción muy negativa, resentimiento y una actitud defensiva. Entre palabras de frustación, me soltó que tenía novia, y que había comenzado con ella solo un mes y medio después de nosotros romper la relación. No voy a negarlo, algo dentro de mí se rompió en mil pedazos en ese momento, pero no tuve la necesidad de recriminarle nada, de hacerle un interrogatorio, pedirle explicaciones de si ya hablaba con ella durante la relación, simplemente lo acepté y le deseé toda la felicidad del mundo.

Me aparté. Tomé distancia y perdí el contacto. Pero cada vez que le pienso, cada vez que le recuerdo, le mando luz y amor. No siento rencor, no siento rabia, no siento celos. Hice todo lo que pude hacer y gracias a él, crecí.

Tras una guía intensa sobre narcisismo, psicopatías, la importancia de poner límites, sobre todo si eres una persona con alta empatía, a no perder el tiempo maldiciendo lo que te ocurre, sino tomar las riendas de tu vida y encontrar una solución, puedo decir a día de hoy que soy otra persona.

Desde que cambié esta frecuencia, comenzaron a llegar personas a mi vida con una frecuencia diferente, empecé a atraer a mi vida personas empáticas, buenas, profundas, emocionales, que me aportan, a las que les aporto, y de repente pude distinguir con más facilidad y rapidez a aquellos/as parásitos energéticos que llegan a alimentarse de tu bondad y empatía.

Los proyectos fueron llegando, y la preocupación y la ansiedad desaparecieron.

Invertir en ti mismo, es la mejor inversión que puedes hacer. El mundo está cambiando a un ritmo gigantesco. Esta pandemia no solo nos ha afectado a nivel fisiológico, sino también a nivel psicológico. Normalicemos acudir a un profesional, psicólogo, terapéuta, coach…

No tengo la vida resuelta. Después de esta batalla, no quiere decir que todo vaya a ser cuesta abajo y fácil, pero la actitud con la que nos tomamos la vida, cambia mucho la perspectiva de las cosas.

Mi experiencia ha servido a amigos y otras personas a superar situaciones y esa es la mayor satisfacción que puedo sentir. Por ello decidí exponerlo de manera pública, esperando que anime a cualquier persona que se encuentre en un momento difícil, a buscar ayuda externa y cambiar su vibración.

--

--

Jenny.O

Aficionada, creativa, racional, imaginativa, coherente, desquiciada, divertida, reservada pero social, curiosa, pensadora, espiritual, insistente, sensible…